El arte de hacer memoria

Ya hemos visto cómo está construido nuestro cerebro y que tenemos una memoria inmediata, una memoria a corto plazo y una memoria a largo plazo. Ahora queda la pregunta: ¿De qué manera accedemos mejor a la información que almacenamos? Ya sabes también que nuestro cerebro se divide en dos hemisferios - el izquierdo que trabaja con la lógica y el lenguaje y el derecho que es el responsable de las imágenes y de la creatividad. la memoria de datos lógicos se almacena en su mayor parte en el hemisferio izquierdo. Ya que recordamos mejor las imágenes (hemisferio derecho) que los hechos, tenemos que asociar la información de una manera creativa a imágenes. Al realizar esta unión, los dos hemisferios trabajan juntos y así nuestra capacidad de memorización no mejora solo el doble, sino exponencialmente.

Así que ya hemos construido tres columnas maestras para una memorización eficaz. La imaginación con cuya ayuda convertimos la información en imágenes (a esto le llamamos también transformación) para tenerla en la cabeza más fácilmente. La asociación, que liga la información nueva con la que ya poseíamos. La ubicación, esto es: el anclar o situar puntos de ruta.

El arte de la imaginación

Aristoteles (384 - 332 v. Chr.) gehört zu den bekanntesten und einflussreichsten Philosophen der Geschichte. Er war der Erste der unsere Vorstellungskraft mit dem Gedächtnis unmittelbar verband. Er war der Meinung, dass Fantasie und Gedächtnis Hand in Hand gehen. Es ist sehr wichtig, die Vorstellung und Fantasie als einen Schlüsselfaktor für die Funktion des Erinnerns zu betrachten. Du wirst deine Fantasie in Bereiche ausdehnen, die dem rationalen, logischen Teil des Gehirns sehr merkwürdig erscheinen. Für das Merken bedeutet das, dass du "langweilige" Informationen mithilfe deiner Vorstellungskraft und viel Fantasie so spannend und merkwürdig machst, dass es sich gerne daran erinnert.

El arte de la asociación

Asociar significa vincular dos o más contenidos que de entrada no guardan relación entre sí el uno con el otro. Asociamos constantemente. Si vemos una imagen de una rosa, recordamos su olor. Si tienes que decir lo primero que se te ocurre cuando oyes la palabra "silla" tu cerebro realiza entonces cadenas de asociación. Puede que se te ocurra "mesa" o "pez", quién sabe. Muchas veces no depende solo del significado, sino también de cómo suenan las palabras. Muchas asociaciones nos vienen de manera espontánea y natural. Tu cerebro tiene estos pensamientos de manera totalmente autónoma. Es difícil influir de manera consciente en las cadenas de asociaciones aleatorias. Una memorización exitosa requiere tanto de estas asociaciones naturales como de la creación de asociaciones artificiales. El primer alunizaje tuvo lugar en 1969, Matusalén cumplió 969 según la Biblia. Si hubiera esperado 1000 años, hubiera podido ir a la luna. Esto es por supuesto totalmente absurdo, pero ahora tu cerebro ha unido el número 969 con el alunizaje y con la edad de Matusalén.

El arte de la ubicación

Los antiguos griegos y romanos fueron los primeros que reconocieron el principio de la ubicación y lo pusieron en práctica como técnica de memorización. La técnica del Sistema de Ruta de la que ya hemos hablado es un pilar básico de la memorización de cantidades importantes de información. Sin las rutas no vas a tener éxito memorizando. Al igual que asociamos constantemente de manera inconsciente, también ubicamos cosas incesantemente. Cuando buscas las llaves retrocedemos en tus recuerdos hasta el punto exacto donde las usaste por última vez e intentas encontrar el camino a las llaves perdidas partiendo de ahí. Esto funciona normalmente bastante bien. En las técnicas de memorización la ubicación funciona porque los lugares que archivamos ya los teníamos antes en mente. El cerebro no tiene que ocuparse por tanto del orden de los lugares, ya que ya se lo sabe. Gracias a las rutas puedes llevar tu capacidad de memorización a niveles increíbles.

El arte de los ingredientes

Tienes que equipar a tus historias para memorizar con suficiente emoción y fantasía. Las emociones son el pegamento de la memoria. Intenta construir historias cada vez más emocionantes y curiosas. Si les añades ruidos y olores a tus historias estas serán más fáciles de recordar. Una explicación aparentemente lógica de por qué pasan las cosas también ayuda. Tu cerebro no distingue muy bien entre lógica real y pseudo-lógica. Lo más importante es por supuesto la práctica. Intenta inlcuir en una historia una o dos cosas que no tengan nada que ver la una con la otra. Al principio puede parecer difícil, pero cuanto más lo intentes, más fácil será. Y tus historias serán también cada vez mejores.